Para fines de mayo, Wall Street había acumulado siete semanas consecutivas en baja. Algo que no ocurría desde 2011.

Fuente: El Cronista /20-05-22
Siete semanas perdiendo dinero. No es un escenario para cualquiera.
Los meses siguieron trascurriendo, la Reserva Federal dio indicios de que mantendría su política monetaria restrictiva hasta lograr domar la inflación. Y, si bien el temor a una recesión sigue latente, los mercados ya la dan por descontada.
Y eso significa que los precios actuales ya contemplan ese escenario.
En octubre se produjo una “primavera” y los índices recuperaron algo de terreno.
En lo que va del año, el S&P 500 [SPX] bajó 17,5%. Y los mercados cripto replicaron en parte el comportamiento de los tradicionales… al estilo cripto: Bitcoin [BTC] acumula una caída del 53%.

Fuente: Trading View
Con estos datos en mente puedes comenzar a planificar tu cartera para el año próximo, aprovechando para hacer las compras de activos que consideres que tienen posibilidades de darte buenos rendimientos en 2023, con los precios bajos que todavía tenemos.
Recuerda que a fin de año suele darse un rally alcista, por lo que este sería un buen momento para trazar tu plan de acción.
En su columna de hoy, Andrés Moreno Jaramillo, editor de Night Trader, te cuenta cuáles son los cuatro sectores que deberías incluir en tu cartera 2023 si quieres aprovechar el tan esperado rebote.
Empieza a terminar un año en el que el bear market desafió a los inversores, los obligó a ajustar sus estrategias y a operar, más que nunca, con la mente fría.
Por poner un ejemplo, en lo que va de 2022, el S&P 500 [SPX] -el índice que nuclea a las 500 empresas más importantes de Estados Unidos- cayó 19,5%, y hoy se encuentra en torno a los 3800 puntos.

Fuente: Trading View
Las 500 empresas más importantes de Estados Unidos están - en promedio- 20% más baratas que hace un año. Se le parece bastante a una cesta de oportunidades, ¿no es verdad?
Si todavía no estás convencido, te doy algunos datos más que demuestran que este año será inolvidable para los inversores. Y que deja grandes oportunidades para 2023.
1. Ha sido el peor año en rentabilidad de los bonos del tesoro en USA.
2. Los índices bursátiles de Estados Unidos alcanzaron a acumular caídas de -30%.
3. Los precios del petróleo llegaron a máximo históricos.
4. Los precios del cobre y el oro, entre otros, cayeron a niveles de pandemia.
5. Las monedas de países emergentes mostraron devaluaciones históricas.
6. El Euro frente al dólar llegó a mínimos de 20 años.
7. El yen japonés frente al dólar llegó a niveles mínimos de 32 años.
8. La Libra esterlina frente al dólar llegó a mínimos históricos.
9. El índice de monedas DXY llegó a máximos de 20 años.
10. Las tasas de interés en el mundo subieron a niveles no vistos desde hace 15 – 20 años.
11. La inflación presentó niveles récord a nivel mundial.
12. La combinación de portafolios renta fija y renta variable en USA ha tenido la peor rentabilidad desde 1933.
Todo lo anterior se traduce en una combinación perfecta de oportunidades, quizás la mayor en la historia del mercado de capitales, ya que por primera vez en la historia todos los tipos de inversores (conservadores, moderados o de mayor riesgo) tienen importantes oportunidades de inversión.
Pero para evitar salir a comprar sin fundamentos y evitar grandes decepciones, es importante ponerse a proyectar las inversiones para el próximo año, partiendo de las inmensas oportunidades de inversión que nos ha dejado el año 2022.
Desde finales de 2022 y durante 2023 se recomienda invertir en acciones, dados los bajos precios y el potencial de valorización que tienen a pesar de los temores de recesión.
En los países emergentes, por ejemplo, el mercado de renta variable ha caído a niveles de más de 10 o 15 años, mientras la economía sigue creciendo. Las empresas gozan de buena salud, lo cual da una oportunidad histórica de invertir barato para tener paciencia esperando la tendencia alcista, que sin duda llegará.
No es necesario esperar hasta el próximo año para invertir en acciones. Los mercados tienden a subir a final de año y es posible que la actualidad sea el mejor escenario para invertir en renta variable.
Tenemos niveles máximos en al menos 20 años en las tasas de interés de la mayoría de las economías. Al parecer, la inflación llegó a su pico en septiembre y octubre, y comenzará a bajar debido a que los productores se han acomodado mejor para ofrecer y crear sus productos. Al mismo tiempo, los consumidores han reducido la demanda, han modificado sus hábitos de consumo y han sustituido los productos que más han subido por otros más económicos.
Es importante, desde ahora mismo y en el primer trimestre de 2023, comenzar a invertir en renta fija. Porque las tasas deben descender en la medida que se ha desincentivado el consumo, por lo que el crecimiento y la inflación comenzarán a bajar de manera drástica. Si se invierte en renta fija en las tasas actuales y a largo plazo, se tendrán tasas altas durante la inversión. Y así, cuando comiencen a disminuir las tasas de interés en el año 2023, se seguirá invertido con tasas fijas altas.
Precios como los del Cobre, en niveles de hace 2 años, lucen muy atractivos. En 2023 los activos de materias primas que han tocado pisos, podrán volver a subir por el esfuerzo de reactivación de las economías mundiales
Algunas monedas pueden tocar sus máximos en 2022, y puede haber una corrección a la baja del dólar frente a las demás monedas. La volatilidad continuará, pero hay que aprovechar los rebotes y la tendencia a que los activos corrijan los extremos actuales a los que han llegado.
Hay muchas oportunidades de inversión y valorización de portafolios en el año 2023. Tenemos acciones en mínimos de hace varios años y tasas de interés en máximos. El portafolio balanceado sería 60% acciones y 40% renta fija, podría lograr una de las mejores rentabilidades históricas, dependiendo de los perfiles de riesgo.
En el año 2020 hablamos de pandemia mundial y recesión, en el año 2021 de reactivación, en el año 2022 de inflación y suba de tasas, y el año 2023 será el del desafío del crecimiento económico y ajuste a la baja de la inflación y tasas de interés.
Un mercado imperdible para los inversores.
Todo siempre y cuando no haya nuevas tensiones geopolíticas que puedan empañar el buen 2023 que se viene.