Hoy te contamos cómo prepararnos para la recesión que se avecina y cómo pensamos potenciar nuestros retornos a largo plazo.
Puede que la semana resulte algo caótica para muchos inversores.
La información circula a gran velocidad y los inversores suelen reaccionar de forma inmediata. No pueden controlar sus emociones y tienden a tomar decisiones poco inteligentes.
El ruido a corto plazo nunca debe nublar nuestra visión sobre los negocios en los que invertimos. Mas aún, cuando estamos convencidos que ellos nos ayudarán a potenciar los retornos a largo plazo.
Hoy te invito a reflexionar sobre cómo buscamos adecuar nuestra estrategia al contexto.
En definitiva, es lo que nos permitirá salir fortalecidos y lidiar con los sesgos que nos inducen a cometer errores.
Con respecto a esto último, dentro de la Membresía Acciones tenemos una herramienta que deberías aprovechar. Te permitirá preparar tu mente y evitar que las emociones te jueguen una mala pasada.
En la plataforma de esta Membresía, tienes disponible un curso de Psicología del Inversor.
Son dieciocho sesiones en donde te ayudaremos a descubrir cuáles son los sesgos negativos que influyen en la toma de decisiones. Y no solo eso. Te explicamos cómo reducir sus efectos.
En definitiva, creemos que es un momento clave para estar bien preparados.
La probabilidad de que Estados Unidos entre en recesión es real y cada vez más alta. Tienes que considerar que, cada vez que la economía se contrae, los beneficios corporativos tienden a caer.
Y esa es la clave de todo.
Como inversores a largo plazo sabemos que el precio de las acciones sigue a los beneficios por acción. Cuando los beneficios se contraen, el precio tiende a corregir para que el múltiplo de valoración se ajuste.
Y si esto no sucede, estaremos ante una nueva burbuja de precios (como sucedió en 2021). Como dice el refrán, cuanto mas alto escalas, más dura será la caída.
Tengamos en cuenta que la valoración actual del mercado no ofrece un descuento significativo considerando el riesgo de invertir en acciones frente a otros instrumentos de menor riesgo.
Por ese creemos que la mejor estrategia para enfrentar en este contexto, es apelar a tres cuestiones.
1- | Selectividad |
Buscamos compañías robustas que, al menos, coticen con precios razonables.
Para ello, recuerda solo comprar aquellas acciones cuyo precio de mercado está por debajo de su valor intrínseco.
2- | Rotación |
A medida que estas compañías alcancen su valor intrínseco, estaremos atentos a otras oportunidades que nos brinden un mayor margen de seguridad.
Hasta el momento, hemos realizado dos rotaciones específicas en tres movimientos.
Hacia adelante, y en función de la temporada de balances que está comenzando, podríamos incrementar las rotaciones.
3- | Paciencia |
El mercado está ahí.
¡No va a desaparecer!
No debemos correr con prisa, ya que las mejores oportunidades solo pueden aprovecharse en momentos específicos.
Por eso, dentro de la Membresía Acciones de Inversor Global cultivamos la paciencia para destinar la liquidez disponible en el momento adecuado en donde los rendimientos esperados compensen el riesgo a asumir.
Recuerda estos tres conceptos.
El futuro será brillante, pero debemos actuar con cautela.
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