La economía de Estados Unidos lleva seis meses consecutivos de desaceleración de la inflación, el mercado laboral sigue sólido y la Reserva Federal encuentra cada vez más motivos para creer que la suba de tasas agresiva que aplicó en 2022 comienza a dar sus frutos.
El miércoles subió la tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos, en línea con lo que esperaba el mercado. Pero lo que realmente llenó de optimismo a los inversores fue la conferencia de prensa que dio Jerome Powell, presidente de la Fed, al finalizar la reunión del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC por su sigla en inglés).
Powell aseguró que el proceo de desinflación está en marcha, lo que alimentó las esperanzas de los inversores de que la Fed empiece a recortar la tasa de interés hacia fin de año.
La Fed todavía no se arriesga a decir que la inflación está controlada. Porque todavía es temprano para hacerlo.
Los datos económicos son positivos, sí. Pero la inflación sigue en 6,5%, muy lejos del objetivo del 2%.
Pero los mercados parecen haber decretado “año nuevo, vida nueva”.
En los 34 días de este 2023, el S&P500 [SPX] subió 9,4%, el Nasdaq [QQQ] 18% y el Dow Jones [DJI] 3,3%.
Quizás se haya mezclado un poco de hartazgo de los inversores de las malas noticias con una -por ahora tímida- reacción de la economía a las políticas monetarias restrictivas y, el miércoles, las declaraciones de Powell, para llevar el sentimiento de los inversores casi a la codicia extrema.
Cuando el mercado se acerca al terreno de la codicia extrema, es necesario mantener la calma... y utilizar las emociones de los demás a tu favor.
Como dijo Warren Buffett, uno de los inversores más reconocidos a nivel mundial y presidente de Berkshire Hathaway, “hay que ser codicioso cuando los demas son miedosos y miedoso cuando los demas tienen los ojos inyectados de codicia”.
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