Esta semana la economía puso la ilusión de los inversores de que la Reserva Federal comience a recortar la tasa de interés hacia fines de este año, contra las cuerdas.
El primer golpe fue un uppercut directo a la mandíbula: el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de enero subió 0,5% con respecto a diciembre, y fue la suba más alta desde octubre de 2022.
El segundo, un swing en la mejilla izquierda que dejó a todos algo mareados: las ventas minoristas treparon 3% en enero, la suba más importante en casi dos años, y muy por encima del 1,8% que se esperaba.
Los principales índices bursátiles de Estados Unidos operaron ayer en baja, por segunda rueda consecutiva, con los inversores tratando de recuperar el aire luego de esos dos datos negativos.
La Fed podría mantener su política monetaria restrictiva durante todo el año para intentar controlar la inflación que, si bien se desacelera, lo hace a un ritmo muy lento.
Y el mercado laboral sigue dando muestras de fortaleza, lo que podría dificultar aún más los planes de la Reserva Federal.
Pero estas bajas son una nueva oportunidad que te brinda el mercado para preparar tu cartera de mediano y largo plazo, pensando en la recuperación que se avecina.
Y esta noche recibirás una invitación para que puedas aprovechar las condiciones del mercado en 2023, el año que podría marcar un antes y un después en el crecimiento de tu patrimonio.
Si todavía tienes temor y no has logrado comenzar a invertir, te recomiendo que leas la columna de hoy de Santiago Gluzsznaider Baker, editor de Plan de Retiro Soñado, en la que te cuenta cómo hizo Robert Kiyosaki para construir su fortuna.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario