El envenenamiento de direcciones es una técnica de estafa que emula casi todos (pero no todos) los caracteres de una dirección de bitcoin (BTC) o criptomonedas. Si un usuario no se percata y verifica si es correcta la dirección a la que está enviando fondos, podría terminar siendo víctima de una estafa.
Según explica MetaMask en una publicación en su blog este 11 de enero, los estafadores utilizan esta técnica para confundir a sus víctimas con las direcciones frecuentemente utilizadas.
Los ladrones monitorean las direcciones de sus víctimas en búsqueda de transacciones recientes. Pueden hacerlo, ya que las criptomonedas se basan en redes públicas. Al detectar una transferencia entrante, los estafadores proceden a enviar cierta cantidad de tokens que no posean ningún valor a la víctima, para confundirla. Esto es posible, ya que la dirección de origen de los tokens posee los mismos caracteres, tanto al inicio como al final, de la dirección original.
Las direcciones generadas a partir de caracteres predefinidos personalizados se les conoce como «direcciones de vanidad» o Vanity Address como fue el caso de la dirección «1BitcoinEaterAddressDontSendf59kuE», reportada por CriptoNoticias.
En la web existen diferentes portales para generar este tipo de direcciones junto con sus correspondientes llaves privadas. Si bien su objetivo no es necesariamente fraudulento, la posibilidad de generar direcciones a partir de unos caracteres predefinidos, puede ser aprovechada por los atacantes.
Conseguir una dirección que copie solo algunos caracteres de otra, es bastante complicado, y puede llevar mucho tiempo, dependiendo de la capacidad de cálculo del computador. Mientras más caracteres se busque copiar, más complicado será hallar la clave privada.
Muchos usuarios suelen abusar de la técnica de copiar y pegar, porque es difícil recordar los 40 caracteres alfanuméricos que componen una dirección (para el caso de Ethereum).
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