Mandrake el mago fue un personaje de historietas que tenía la habilidad de hacer aparecer y desaparecer "mágicamente" cosas a su voluntad. Para Griffin el sistema monetario actual actúa de la misma manera: hace aparecer dinero de la nada y oculta la deuda.
En la visión de los críticos del sistema de reserva fraccional esa habilidad se basa en un truco o peculiaridad matemática: cuando los bancos prestan, no entregan físicamente dinero, sino más bien un documento al respecto, asignando una cantidad del dinero que poseen a ese propósito. Quien obtiene ese documento a su vez lo deposita en el mismo u otro banco, pero ese "nuevo dinero" forma ahora parte de los fondos que los bancos disponen para prestar. Y así sucesivamente. En consecuencia, los préstamos de los bancos están determinados no por el dinero que realmente poseen, sino que son un múltiplo —limitado por el coeficiente de caja o encaje— de esos depósitos.
Por ejemplo, considérese que un banco que posea 100 unidades monetarias en depósitos, y que el encaje sea 10 %- Eso significa que el banco puede prestar 90 unidades —manteniendo 10 como encaje— Pero quienes reciben esas 90 unidades (ya sea los que se endeudaron o quienes las reciben como pago de esos endeudados) las "depositan". Ahora el banco puede prestar otras —a fin de simplificar— 80, y así sucesivamente. La cantidad total de "circulante" se puede calcular como siendo el resultado de 100 + 90 + 80 + 70 +... es decir, tendiente a 550. (si el encaje fuera 1 %, el total sería 5050)
Los críticos en general —y Griffin en particular— notan que cuando los bancos hacen esos préstamos, el dinero originalmente depositado se mantiene en los bancos. Es decir, el sistema crea dinero "de la nada". Y a su vez esconde —pero genera— deuda. (se puede encontrar una exposición más detallada de este fenómeno en el artículo acerca de C.H. Douglas)
Griffin calcula que cuando la Reserva Federal tiene depósitos de 1000 millones de dólares en billetes, los bancos que integran el sistema pueden —actuando dentro de los límites fijados por la ley bancaria de EE. UU.— generar 10 000 millones de deuda nueva. En septiembre de 2008, la deuda pública —que Griffin considera equivalente a billetes en depósito en la Reserva Federal— de los EE. UU. era 5,8 billones de dólares (5,8 trillones, en la escala corta) y a partir de esa deuda, el sistema podría generar aproximadamente 53 billones de "dinero" en deuda.
Desde la perspectiva de los críticos del sistema de reserva fraccional, esta habilidad se sustenta en un intrigante truco matemático. Cuando los bancos otorgan préstamos, no transfieren físicamente dinero, sino que emiten un documento asignando una porción del dinero que poseen para ese propósito. Este documento, a su vez, es depositado en el mismo u otro banco, convirtiéndose en una nueva suma de dinero disponible para préstamos. Este proceso se repite, y los préstamos bancarios no se basan en el dinero real que poseen, sino en un múltiplo determinado por el coeficiente de caja o encaje.
Ahora, al comparar esto con el sistema de criptomonedas, especialmente enfocándonos en Bitcoin, encontramos notables diferencias.
Creación de Dinero:
Mandrake: En el sistema tradicional, los bancos pueden crear dinero de forma virtual, multiplicando los préstamos a través del proceso descrito anteriormente.
Criptomonedas (Bitcoin): Bitcoin opera en un modelo de emisión predefinido y limitado. La creación de nuevas unidades de Bitcoin, conocida como minería, sigue un proceso predeterminado y está diseñada para ser finita, con un límite máximo de 21 millones de bitcoins.
Centralización vs. Descentralización:
Mandrake: El sistema bancario tradicional está centralizado, con entidades financieras y reguladores controlando la emisión y flujo de dinero.
Criptomonedas (Bitcoin): Bitcoin opera en un entorno descentralizado. No hay una autoridad central que controle la emisión o distribución de bitcoins. La red Bitcoin se basa en la tecnología blockchain y utiliza un consenso distribuido para validar y registrar las transacciones.
Transparencia y Rastreabilidad:
Mandrake: El sistema tradicional puede carecer de total transparencia, ya que la creación y movimiento del dinero a menudo se realiza de manera opaca.
Criptomonedas (Bitcoin): La tecnología blockchain subyacente en las criptomonedas, incluyendo Bitcoin, proporciona un registro público y transparente de todas las transacciones. Cualquier persona puede rastrear las transacciones a través de la cadena de bloques.
Inflación y Deflación:
Mandrake: La creación continua de dinero en el sistema tradicional puede contribuir a la inflación, ya que hay más dinero en circulación.
Criptomonedas (Bitcoin): Debido a su límite máximo de suministro, Bitcoin está diseñado para ser deflacionario en el sentido de que no se crearán más bitcoins una vez alcanzado el límite. Algunos consideran esto como una característica que puede diferenciar a Bitcoin de las monedas fiduciarias.
En resumen, mientras que el sistema Mandrake destaca la capacidad de los bancos para crear dinero de la nada, Bitcoin y las criptomonedas representan un enfoque radicalmente diferente.
Bitcoin busca ser una forma de dinero digital descentralizada y limitada en su oferta, proporcionando transparencia y eliminando la necesidad de confiar en intermediarios financieros centralizados.